Qué bonito cómo la flexibilidad y el dejarse llevar pueden transformar una experiencia. A veces, basta con soltar el control y permitirse estar presente para descubrir lo que realmente importa. Y qué gran recordatorio de que adaptarse no es renunciar a uno mismo, sino encontrar el equilibrio justo.
Qué bonito cómo la flexibilidad y el dejarse llevar pueden transformar una experiencia. A veces, basta con soltar el control y permitirse estar presente para descubrir lo que realmente importa. Y qué gran recordatorio de que adaptarse no es renunciar a uno mismo, sino encontrar el equilibrio justo.
Ya sabes aquello de Darwin... Adaptarse o morir!