Vértigo, malhumor y síndrome de las cosas pendientes: un cocktail letal.
(Las mierdas también se cuentan, claro que sí. ¿O es que tú no tienes una semana mala? ++ Este es mi envío n.º 164 de Cuento Cosas).
✏ Desde mi escondite
Hoy escribo desde Barcelona, en unos días rarunos. ¿Será que llevo muchos días sin moverme de aquí?
☕ Cotidianidades Extraordinarias
Escribir cuando estás de malhumor no es bien. Qué digo… es lo peor.
Cuando tienes la cabeza en otro sitio (como Mariona con los boquerones) y no consigues poner foco en lo que estás haciendo, no hay manera de que funcione.
Si, además, te encuentras mal físicamente, ya le ponemos el lacito al desastre.
Así he estado yo esta semana. Con el foco perdido y la cabeza haciendo de las suyas. Si la giraba hacia la izquierda o la echaba hacia atrás, era como si me hubiera fumado 20 porros de golpe. ¡No veas el viaje! Mi amigo, el vértigo que me visita de vez en cuando. Y cuando se empeña en quedarse un par de días, me joroba la vida.
Y yo, que soy martiecha y testaruda (de padre leonés y abuela maña) pues me empeño en funcionar como si no pasase nada. No paro, no aflojo y entonces llega la vida, se me planta en jarras y me da con la mano abierta.
—Yo voy a pilates, ¡cómo no voy a ir! Me tumbo en el reformer y despacito.
Lo que no sabía era que Lorena, una argentina muy graciosa que da clase los jueves, me tenía preparada una clase matapiernas en la que el quid estaba en mantener el equilibrio. Pues ea, que en vez de decir: —Yo me bajo y me voy a casa—, pues casi me parto los dientes en la maquinita de marras. Todo con mucha dignidad, eso sí.
Además, me ha invadido una especie de “síndrome de las tareas pendientes” que me ha puesto nerviosa: saber que tengo mil temas por cerrar, por intrascendentes que sean, como llevar la moto a revisión o cambiar la hora del dermatólogo, y no acabar de cerrar ninguno; no poder tachar nada en mis recurrentes listas.
Y el malhumor… ¡Ay amigo! Ver que no estás bien, que no puedes hacer las cosas de siempre y que además tu mente se ponga a darle vueltas a cosas que no te gustan… pues ya estaría. Ya tenemos el pack premium.
Entonces oigo la voz de mi amiga R. diciéndome: —¿Tú qué me dirías si me vieras en tu situación? Pues haz lo mismo contigo, sé indulgente y aplícate tus propios consejos.
Así que este ha sido mi mood esta semana. Debatirme entre la indulgencia y el tratarme bien y el malhumor, el vértigo y la inutilidad que eso me provoca.
¿Qué ha pasado? Pues que no me han salido bien los contenidos que tenía que preparar. Bueno, al final sí han salido, pero después de parar, centrarme y enfocarme. He tenido que invertir unas cuantas horas para rehacer otros tantos trabajos.
Todos tenemos días de mierder. Y es lícito, no pasa nada. Lo que no podemos es recrearnos en esa mierder. Existe la voluntad de salir, de enfocarme, de que se me pase el malhumor y una buena sesión de fisio que seguro me quitará el vértigo. Así que la próxima semana ya estaré fresca como una rosa, espero.
Hoy no doy para más. Que no hay que forzar la máquina, vaya que se suelten los muelles como en el reformer y salga disparada.
Moraleja: Escúchate, hazte caso, cuídate y practica la bonhomía contigo misma. Todas esas cosas que le dirías a tu amiga si estuviese en tu lugar. Pero hazlo, coño.
Que tenga una semana flojita no significa que no pueda ayudarte con lo de tu comunicación. Que puedo y quiero, por supuesto. A contar esas cosas que te pasan, a ti y a tu empresa o tu negocio. Esas cosas que pueden ser útiles a mucha gente.
☘ De remate
No te vayas sin esto:
P.S. No soy muy objetiva para saber si este mail ha quedado un poco quejica. No era mi intención. Lo que no contemplaba es no enviarlo.
P.S. 2 Esta semana me han retado en un par de ocasiones para escribir otro tipo de cosas. Me muero de miedo solo de pensarlo, pero la semilla está plantada.
P.S.3 Ya está. Fin. Chimpún.
✔ Trucos, trastos y algo más
Estos días he tenido que transcribir varias reuniones largas y con información importante. Encontré Clipto, una web que te transcribe todo el contenido del audio de la reunión. Fil per randa, que diría mi abuela. Una de las reuniones era medio en inglés, medio en castellano. Y no se dejó ni una coma.
Algo más…
La acabé hace ya algunas semanas, pero me ha gustado muchísimo. Somebody, somwhere, es una serie en la que no sucede nada extraordinario y, en realidad, sucede todo. Solo puedo describirla de una manera: BONITA. Trata sobre la verdadera amistad, la bondad y la voluntad de las personas que solo quieren estar mejor. También leí esto y me gustó lo de tener las comisuras hacia arriba. A pesar de lo que te pase.
🫢 Palabras Improbables
Cada semana, una palabra común con un significado que no esperabas. Inspirado en Verbolario de Rodrigo Cortés, porque el lenguaje siempre tiene sorpresas.
Equilibrio, m. Estado de relativa mesura que se produce cuando la paz es imposible y la guerra, improbable.
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Pues a mi me ha encantado...
He visto la palabra vértigo y vine rauda. También lo sufro, desde 1992, para ser más precisa. La primera década fue la peor, luego fue mermando.
Espero que esta semana te sientas mucho mejor y puedas tachar esos pendientes que te corroen el alma 😉.
Abrazo 🤗.