Cuando los boquerones te bloquean
(La que escribe hoy no es boquerona, es madrileña y le da a la tecla a base de bien. // Este es mi envío n.º 161 de Cuento Cosas //).
✏ Desde mi escondite
Hoy escribo desde Barcelona. Parada y fonda por unos días. Y traigo invitada especial. Léela, es pura frescura, como el lugar en el que vive, los Pirineos.
☕ Cotidianidades Extraordinarias
Te voy a explicar una anécdota rápida, y enseguida vas a ver por qué te la explico.
(Spoiler: No soy Mónica, soy Mariona de Waitala, que hoy me he escurrido en su mailing para presentarme: Hola 👋).
Como poco pescado.
Y no es porque no me guste comerlo, sino porque no sé comprarlo.
— Menuda chorrada, vas al súper, compras la bandeja y ale.
Pues sí, un poco chorrada sí que es. Pero es que después tampoco suelo saber muy bien cómo cocinarlo.
Bloqueos que tiene una, no me juzgues.
Total que en estas, hago un pedido online de una caja de pescado, todo bien envasadito y preparado para cocinar. Entre todo el pack, un par de bandejas de boquerones limpios de cabeza y tripa.
Y ese día me dije toda empoderada:
— Mira, esta noche los preparo.
Pero cuando llegó la tarde, me entró una pereza enorme de ponerme a rebozarlos y freírlos uno a uno, con lo ricos que están así.
Y me vino a la mente la imagen de unas albóndigas de boquerones impresionantes que probé una vez en Essaouira (Marruecos). <— Este apunte viajero tan solo te lo he colado para estar a la altura de las historias nómadas de Mónica, si no qué vas a pensar!!!!
Y me dije: seguro que las albóndigas son más fáciles de preparar.
Así que nada, le pregunté por la receta a ChatGPT, y me puse manos a la obra.
(Por si te lo estás preguntando: NO, esta no es una historia de receta fracasada por culpa de la inteligencia artificial).
Primer paso, meter los boquerones en el robot de cocina. Y luego, pues nada, ir añadiendo ingredientes, nada complicado.
Acabé mis albóndigas y las planté en la mesa toda orgullosa.
— Hoy cenamos albóndigas de boquerones.
El primero en probarlas fue mi peque de 4 años (que por cierto se pirra por el pescado)…
— Mama, no gustan.
Después el padre, que puso la cara (y los ojos vidriosos) de haber mordido una cebolla cruda, y para acabar yo que hice ver que todo estaba en orden. Pero no.
El sabor estaba riquísimo, pero había cositas que se enganchaban en la lengua y que eran prácticamente intragables.
Bueno, tragar se podían tragar, pero sentías cómo atravesaban la garganta y el esófago como si tuvieran garras y quisieran salir de ahí.
¿Cuál era el problema?
Que los boquerones estaban limpios de cabeza y tripa.
Pero NO de espinas y colas. E imagino que yo no lo quise ni ver.
Así que la cena (de ese día y de un par más), se fue directa a la basura.
Por BLOQUEO.
¿Moraleja?
Pues que si quieres desbloquearte en aquello que te frena, más vale que lo hagas a conciencia, con todos los sentidos puestos en ello.
No como yo, que por no querer mirar a mi bloqueo a los ojos, no vi a los boquerones suplicándome que los limpiara del todo. Es que me atrevo a decir que los tiré en el robot de cocina sin mirar, como quien limpia un vómito y no mira lo que hace para aguantarse las arcadas.
Sigamos con la moraleja.
Que equivocarte no está mal, claro. Esta ya te la sabes. Que mejor probar que no hacerlo, aunque tires algo de tu tiempo (y de comida) a la basura.
Que ya te digo yo que mis próximas albóndigas de boquerones (que las habrá), les darán mil vueltas a las de Essaouira. Chula que es una.
Pues resulta que los bloqueos funcionan igual en diferentes áreas.
Y uno de los bloqueos más grandes que tiene la gente a la que acompaño, es el bloqueo a exponerse en redes. A mostrar lo que hacen con naturalidad y autenticidad.
Porque la cámara impone.
Porque qué dirá mi madre.
Porque no tengo nada interesante que decir.
Porque ya está todo dicho.
Porque las redes las carga el diablo.
Y bien.
Si te resuena lo que te cuento y admites un consejo, te voy a dar uno que me parece brutal (si no lo admites, pues pasa a la siguiente sección que tienes a Moni ahí esperándote):
A veces los bloqueos, o la pereza, están escondiendo algún miedo.
Empieza explorando este punto, a ver si encuentras algo.
En vez de dudar eternamente, decide si quieres salir del bloqueo actuando o si prefieres dejarlo ir para siempre. Pero no te quedes en medio, porlasdiosas… Eso no sirve para nada más que para drenar tu energía.
Mucha gente dice que necesitas motivación para avanzar. Pero claro, cómo vas a motivarte en algo que te da miedo, o que te bloquea, o que no te apetece….
Recomendación: empieza por una primera acción. Pequeñita. Verte cumplir esa acción va a hacer que sientas orgullo por ti, y que ese orgullo sea tu motivación para continuar con pasos cada vez un poquito más grandes.
Apaláncate en sentir tu propio orgullo como motor de cambio.
Ejemplo: Un primer paso puede ser exponerte con un vídeo en modo time-lapse en el que te vemos trabajar, y tu voz en off explicándonos alguna idea potente.
Es relativamente fácil de grabar, no tienes que mirar a cámara, y la edición es sencilla. Y lo más importante: tu voz te va a ayudar a conectar de forma inmediata y muy potente con tu audiencia.
Espero que te haga pensar y te dejo de nuevo con Monique, que es a quien habías venido a leer.
Mariona de Waitala
* * *
Hola!, aquí Monique.
Mi invitada le da a la tecla, ¿eh?
Por si no lo has notado aún, hoy el mail es larguito. Bueno, ya sabes lo que dicen: la gente sí lee lo que le interesa. En tu mano está.
Pues te cuento algunas cositas guays sobre Mariona.
Igual ya la conoces: ha salido varias veces por aquí y es, en gran parte, la responsable de que yo me cuele en tu bandeja de entrada cada domingo. Ella me ha dado mucha caña para sacar adelante mi proyecto y me brinda su ayuda, su sensatez y sus sabios consejos cada vez que se los pido.
Hemos trabajado juntas un montón de veces. Y nos entendemos muy bien. Además, somos amigas. De las buenas.
Es de las poquísimas personas que me llama Monique. Y me encanta.
Mariona es madrileña de nacimiento, barcelonesa de crecimiento y desde hace algunos años, ceretana de adopción. Vive con su family en Martinet, un pueblito muy chulo de la Cerdanya, rodeada de naturaleza y buen rollo. Cada vez que puedo, me escapo a verla.
Allí tiene un proyecto chulísimo de Comunicación Ética, que le funciona muy bien. Se llama Waitala. Hace diseño, estrategia, formación y todo aquello que tenga que ver con la comunicación de proyectos transformadores que quieren contribuir a hacer este mundo un poco mejor. También tiene una Escuela de Comunicación Transformadora y un Club muy molón, el Club Jo Comunico, que ayuda a emprendedoras y negocios con propósito a sacar su comunicación hacia adelante.
Te aseguro que lo hace muy bien. Monta unos saraos muy divertidos y muy enriquecedores, a los que no siempre puedo asistir, pero sé que las personas que están dentro están encantadas. También graba vídeos, podcasts y lo que se le ponga por delante.
Creo que necesitaría tres mailings para explicar todo lo que hace. Para mí, lo más importante es que te acompaña muy de cerca (y muy bien) para ayudarte a comunicar de forma genuina y honesta.
Y escribe. De una manera que me encanta. Seguro que habrás notado ciertos parecidos entre su texto y los míos. Maestra, ella!
En fin, que era de las primeras personas que tuve en mente cuando se me ocurrió lo de traer invitados y nunca me cansaré de agradecerle todo el apoyo y la caña que me ha dado.
¿Quieres leerla? Pues te aconsejo que te suscribas a su lista de mail, aunque no tengas un proyecto ético ni vivas en la Cerdanya. Cuenta historias y movidas que merecen mucho la pena. Ella te hace una propuesta indecente y te regala las “Lecciones de ventas de la Paquitina”. Dale, ya verás.
Y bueno, que si tienes un proyecto ético ella es tu chica. O yo. O las dos juntas. Hacemos un tándem de la hostia.
Gracias Merywave por querer colarte en mi mailing (y para comer buenos boquerones, vente pa’l sur; me sé algunos sitios que lo flipas).
☘ De remate
No te vayas sin esto:
P.S. Los boquerones, por si no lo sabías, también son los habitantes de la provincia de Málaga. Es un gentilicio no oficial que ellos lucen con mucho orgullo.
P.S. 2 Adoro el pan de nueces que venden en el pueblo dónde vive Mariona. Mis michelines, también.
P.S. 3 Vuelve a leer la parte de su texto en la que habla del BLOQUEO. Que parece que lo he pasado por alto y es very important. Aplícalo a cualquier cosa que tengas encallada en tu vida.
P.S. 4 Si dónde tienes el bloqueo es en la redacción de tus textos y tus contenidos… holaaaa, soy Mónica y soy copywriter.
✔ Trucos, trastos y algo más
Hace unos días, Mariona dio un taller de Inteligencia Artificial en su Club, y habló de una app, Hey Gen que traduce vídeos al idioma que tú quieras. Pero lo guay es que apareces tú en el vídeo hablando en japonés o en mandarín o en el idioma que quieras. Y modifica el movimiento de tus labios para que parezca que estás hablando en japonés. Es bastante flipante. Te aconsejo que lo pruebes.
Algo más…
Añado aquí una subsección de recomendaciones, llamémoslas… culturales o culturetas: Un libro, una peli, una expo, un concierto, una canción… Una sugerencia cada semana, concentraditas, aquí.
Hoy, como no, también Mariona sugiere:
Un libro que habla sobre una de las cosas más difíciles de conseguir hoy en día: la atención. El valor de la atención: Por qué nos la robaron y cómo recuperarla.
🫢 Palabras Improbables
Cada semana, una palabra común con un significado que no esperabas. Inspirado en Verbolario de Rodrigo Cortés, porque el lenguaje siempre tiene sorpresas.
A propósito del bloqueo…
Miedo, m. Nostalgia del líquido amniótico // 2. Hábito del extraviado // 3. Hábito de quien se sabe solo (que es todo el mundo).
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