Yo soy así, y así seguiré, nunca cambiaré
(Yo sé que me critican, me consta que me odian, la envidia les corroe, mi vida les agobia. // Este es mi envío n.º 156 de Cuento Cosas //).
✏ Desde mi escondite
Hoy escribo desde Barcelona. Si todo va bien, a la hora que se envía este mail estaré durmiendo, después de una gran noche que quizás me dé para algún mailing.
☕ Cotidianidades Extraordinarias
—No he venido al mundo con una belleza despampanante, ni con una voz prodigiosa.
Alaska dixit, en su serie biográfica “Alaska Revelada”. A mí me pasa lo mismo, con la belleza y la voz, así que ya vamos bien.
Nunca fuimos las más guapas de la clase, ni las más altas, ni las más rubias. Por eso había que valerse de otros recursos para llamar la atención. Porque cuando eres adolescente, lo reconozcas o no, lo que quieres es llamar la atención. De ese chico que está como un queso y que no te hace ni puñetero caso. O de la gente más popular de la clase.
No voy a compararme con Alaska, ya te puedes imaginar. No tenemos nada que ver, más allá de que la canción de “A quién le importa” fue la banda sonora de mis 17 años. Una época en la que, por un lado, yo era una niña buena que acababa de salir de un colegio de monjas, y por otro, abanderábamos un movimiento de “hago lo que me sale de las narices y me importa un bledo lo que los demás piensen de mí”. Contradicción donde las haya.
En esos años, vestíamos de negro, nos gustaba New Order y éramos las reinas de Studio 54. O eso pensábamos. Ahora ya no lo tengo tan claro.
No te voy a aburrir con nuestras conjeturas, el nombre de nuestro grupo de amigas y nuestro descabellado lema, porque ahora me parece que teníamos la cabeza llena de pájaros. Aunque tengo que reconocer, que muchos años más tarde, seguimos siendo amigas y, por tanto, no éramos tan descabelladas. Despeinadas, sí. Las pintas de los 80.
Volviendo al documental de Alaska, me resulta curioso saber algunas cosas de ella que la hacen, si cabe, aún más interesante.
Su forma de vestir, su forma de pensar… Fue embajadora del cambio y se convirtió en un icono. Fue feminista, sin serlo. Rara y moderna. Siempre juzgada. Inteligente, sensata, amable, educada. Con buenos modales, le llegaron a decir que sorprendía porque no escupía ni comía con los dedos. Increíble, pero cierto.
Es impresionante cómo juzgamos a las personas por su apariencia. Quiero pensar que cada vez menos, aunque en esta era de influencers más o menos de pacotilla, seguimos catalogando a las personas por su imagen.
Alaska empezó en la música como una groupie, como una forma de vida en sí misma, quería formar parte de algo.
La tentación fue su primera canción, sofisticada e inspirada en el masoquismo. La escribió con 14 años. Había leído a Sade y tenía una inquietud sexual muy grande. Entendió desde el principio que era bisexual.
Se aficionó a las lecturas místicas: Santa Teresa, San Juan de la Cruz… Añoraba vivir en una celda, se retiró a un monasterio y resultó que, con 19 años, tuvo una depresión porque perdió a los Pegamoides.
Yo la pillé con los Dinarama, en su época más voluptuosa, con ese despropósito de tetas y culos, con el que dice que fue muy feliz.
Y después de probarlo todo y dar otras tantas vueltas, conoció a Mario y sigue con él. En el documental, ella aparece en el hospital, antes de someterse a una intervención. Le escribe una carta a su marido diciéndole: “Ha sido un regalazo que nos encontráramos. Soy muy feliz contigo y quiero seguir siéndolo. Te quiero”.
Por si le pasa algo y la intervención no sale bien, deja por escrito todo lo que quiere que suceda.
—Te puedes morir. O no quedarte satisfecha con cómo te quedas. Yo asumo el riesgo, pero dejo un texto legal por si fuera necesario. Lo dejo todo a punto.
Y acaba (y empieza) diciendo que lo más importante de esta vida es la salud. Física, mental y espiritual.
Yo también estoy de acuerdo con esto, aunque no nos demos cuenta hasta que tenemos algún que otro arrechucho. No eres consciente de lo bien que estás hasta que estás mal.
Al final, dice que esto es una salida de armario para tres grandes cuestiones: la bisexualidad, las sustancias y la cirugía estética. Vaya tres melones para abrir.
Conclusión: me ha gustado el primer capítulo. No iba a verlo, pero alguien en quien confío me lo recomendó. Y cuando esto pasa, yo obedezco.
Saco algunas conclusiones más de esta historia:
Haz lo que te dé la gana, siempre con asertividad y educación.
No vayas de lo que no eres. Se nota enseguida y eso no acaba siendo bueno.
Si no eres la más guapa, quizás puedas ser la más lista. O la más ingeniosa, la más creativa o la más simpática. O yo qué sé. Busca aquello que se te da bien y úsalo a tu favor.
En definitiva, sé auténtica. Lo he repetido tantas veces que ya me lo creo a pies juntillas. Y funciona, vaya que si funciona.
Todo esto lo puedes aplicar a tu vida personal, pero también a la profesional. Y a tu comunicación: honestidad, autenticidad, respeto y educación. Con esas cuatro cosas y algunas historias, puedes construir algo realmente chulo.
Si quieres, yo te ayudo. Verás qué guay.
☘ De remate
No te vayas sin esto:
P.S. Puede que no te guste Alaska, que no hayas sido adolescente en los 80 y que no sepas dónde estaba Studio 54. Aun así, piensa en lo de la autenticidad. Eso nunca caduca.
P.S.2 Me consta que hay gente por aquí que bailaba conmigo en Studio en esa época. Venga, hagamos un revival.
P.S.3 La semana que viene traigo un nuevo invitado, muy leído. Me hace mucha ilusión.
✔ Trucos y trastos
Una membresía para cegatos.
What? Te cuento: Me he hecho gafas nuevas. Tres, nada más y nada menos. Pero no las he pagado de golpe, sino que he hecho una especie de renting. Ellos lo llaman Circular Vision Program y tiene un montón de ventajas, además de no pagar dos gafas progresivas y unas ocupacionales de golpe. Que es una pasta.
Lo he hecho en P.J. Lobster. Tienen unas gafas muy chulas, distintas y además, con este sistema, te cubren pérdida, robo y roturas. Tres cosas que suelen pasarme bastante a menudo. Por menos de 50€ al mes tengo tres gafas chachis y puedo cambiar de montura una vez al año.
Si tienes que cambiar tus gafas, yo te recomiendo que lo mires. Es aquí, aunque infórmate bien, porque la info que está en la web es confusa. Si lo contratas y vas de mi parte, tienes un cheque de regalo de hasta 50€. Pas mal.
🫢 Palabras Improbables
Cada semana, una palabra común con un significado que no esperabas. Inspirado en Verbolario de Rodrigo Cortés, porque el lenguaje siempre tiene sorpresas.
Envidia, f. Flujo oscuro de la admiración. // 2. Rival primero del afortunado.
(Por cierto, no me dirás que este hombre no es un genio con sus definiciones).
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Monica!!
Me ha encantado la NL de hoy. Hace poco vi el documental de Alaska, así que he vuelto a “hacer mi propio revival”.
Es una pasada hacer la introspección -a tiempo vista- de cómo vivimos la adolescencia, cómo buscamos nuestro sitio (tras aceptar, a veces a regañadientes, que no tenemos “las cualidades TOP” para conseguir lo que queremos) y cómo somos unos incomprendidos.
Gracias además por darle vida a esa membresía para miopes. No tenía ni idea de su existencia, y me parece muy muy guay. Mis cristales son como el culo de la botella de un buen Ribera… imagínate lo que me cuestan cada vez que renuevo montura.
Así que pasaré por Madrizzzz y veré si me encaja.
Sigue Contándonos cosas 😉