Wham sí. Mariah, ni en mis peores sueños.
(Haciendo abdominales con la peor banda sonora del mundo. // Este es mi envío n.º 154 de Cuento Cosas //).
✏ Desde mi escondite
Hoy escribo desde Barcelona. A puntito de unos días que no me hacen especial ilusión, aunque tengo planes chulos para después de Navidad. Cada uno se queda con lo que le hace bien.
☕ Cotidianidades Extraordinarias
Hace un par de noches soñé que estaba en medio de una guerra. No quiero ni imaginar cómo es eso de verdad, si en mi sueño la angustia era máxima.
Al día siguiente, soñé con Mariah Carey. Ya ves tú, el poderío de la Navidad. Sin ánimo de comparar, no sé cual de los dos sueños (o pesadillas) fue peor.
Y con la puñetera cancioncita me levanté para ir a mi clase de pilates. Ay, el pilates. Algo que siempre creí que no era para mí, sino para personas mayores. Quizás ha llegado el momento de asumir que soy mayor.
Pues allí que me planto, con mi mat y mis calcetines antideslizantes (qué cosa más incómoda, por cierto). La clase de ese día era la última del año con David, porque se iba de vacaciones.
Y ¡oh, sorpresa!
—Hoy os voy a poner villancicos.
Yo para mis adentros:
—Tierra, trágame. Bueno, no pasa nada, solo son 50 minutos. Por lo menos no ha traído gorritos de Papá Noel.
Pero, ¿qué pasa si juntas a Mariah Carey con música de swing y 20 mujeres en el mismo espacio? Pues que, a mí, me da un parraque. Y tuve la sensación de volver a tener otra pesadilla. Me pasé los 50 minutos resoplando, a ratos porque el tío nos hizo sudar y a otros, cada vez que sonaba un villancico de esos que no puedo soportar.
Yo creo que era la única que no estaba a gusto (bueno, a mi amiga N. también le vi una cara extraña, no sé si por los abdominales matadores o por escuchar a Mariah). Porque el resto de “chicas” (así nos llama el profe, imagino que le da apuro llamarnos señoras), estaban encantadas de la vida.
—Temazo, ¿eh? Él, erre que erre. Y todas contentas y felices, menos yo.
Luego puso Last Christmas de Wham, a la que sí tengo un cariño especial desde mi época de adolescente.
Cuando acabé la clase, saqué dos conclusiones:
No todo el mundo tiene los mismos gustos. Ni que lo jures. Y por eso se vende todo (o casi todo). Lo que para ti es una mierda, puede gustar muchísimo a otras personas. Y está todo bien.
Algo hay en esas clases que me saca de quicio: el gallinero que se organiza cada mañana, cuando yo lo que quiero es hacer mi clase en paz, los cotilleos, las críticas y ese comadreo que me molesta tanto. Tendré que indagar ahí.
Y hasta aquí mi mail de hoy. Una historia cortita y liviana, aunque, en realidad, es más profunda de lo que parece.
Moraleja: Lo que tú tienes (o vendes) no le va a gustar a todo el mundo. Aunque si encuentras a ese grupo de personas a las que les gusta eso y lo comunicas bien, puedes petarlo.
Y como estamos en las fechas que estamos, solo me queda desearte unas felices fiestas, si las celebras. Si como yo, no eres muy amante de las campanillas y los villancicos, ánimo, que ya queda menos para las rebajas.
Superficialidades aparte, te deseo lo mejor, de corazón. Incluso si te encanta “All I Want for Christmas is You”.
☘ De remate
No te vayas sin esto:
P.S. Lo mío fueron dos pesadillas. Nada recomendables, pero si hablamos de sueños, también te deseo que los tuyos se hagan realidad. A ser posible, solo los buenos.
P.S.2 Si cuando se acaben las fiestas, y te hayas cansado de polvorones y turrón, te apetece ocuparte de tu comunicación, ya sabes dónde encontrarme. Hasta entonces, quizás me tome un descansito (o no).
✔ Trucos y trastos
Siguiendo con lo de los sueños, déjame que te haga un regalo. Esta canción del Boss es pura maravilla y la letra es preciosa. Escúchala tranquilamente. Gracias, A. por descubrirme siempre cosas tan bonitas.
🫢 Palabras Improbables
Abro una nueva sección. Cada semana, una palabra común con un significado que no esperabas. Inspirado en Verbolario de Rodrigo Cortés, porque el lenguaje siempre tiene sorpresas.
Y como no podía ser de otro modo, empiezo con esta:
Navidad, f. Día consagrado a la digestión de la cena. // 2. Festividad anual en que se conmemora el nacimiento de la Coca-Cola.
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