¿Me concedes tres minutos?
(Tres minutos que serán de gran ayuda para mí y a ti te harán sentir genial // Este es mi envío 128 //).
—Me gusta cómo escribes, me gustan tus historias, pero yo no necesito tus servicios.
Me lo han repetido varias veces. Personas que están en mi lista.
Y pienso:
—Chungo, porque no me van a contratar.
—Es bueno, porque siguen ahí, me siguen leyendo y quizás, algún día puedan recomendarme.
Recomendar.
Menudo verbo. Yo lo practico salvajemente. Va en mi ADN. Cuando algo me ha gustado, o creo que puede ser bueno para alguien a quien conozco, me convierto en abanderada de la causa (o de la cosa) y la recomiendo apasionadamente a todo el que se me ponga por delante.
Me pasa con los restaurantes. Con los vinos (jaja, otra vez vinos), con la comida, con las cremas, con los libros… Pero me pasa, sobre todo, con las personas.
Cuando hablo con alguien y me está contando que necesita algún servicio o algún producto, mi cabeza se engrana y empieza a pensar a lo loco, buscando a quien conozco yo que pueda ayudarle.
Siempre lo he hecho. Me gusta. Supongo que es mi manera de ayudar a las personas que me rodean. Mi voluntad de servicio.
Me encanta conectar a las personas. Para que se ayuden también entre ellas. Que hagan ‘match’.
¿Que necesitas a alguien que te ayude con tus finanzas? Mi cabeza busca a esas personas que saben mucho de números y que te van a solucionar el marrón. Las tengo.
¿Que quieres comprar un buen jamón y quieres que te lo manden a Francia? Tengo a quién te lo puede vender.
¿Que necesitas un logo y una imagen corporativa que lo pete? Tengo a quien te lo haga.
¿Que necesitas una abogada que lleve tu divorcio? La tengo.
¿Que te vas a Málaga y quieres comer pescado rico en un sitio top? Lo tengo.
A ver, quede claro que lo que pase después entre tú y ese contacto ya no es cosa mía, pero créeme que siempre te recomendaré con la voluntad de solucionarte un problema y de ayudarte.
O si te recomiendo un restaurante, un sitio espectacular para pasar un finde o un vino es porque a mí me ha flipado y ya sabes lo que siempre digo: “compartir es vivir, y vivir es amar”.
Y a mí me gusta vivir y me gusta amar. La Vecina Rubia dice que ‘compartir es de guapas’. Pues pa guapa, yo.
El otro día vi una peliculita. Se llama Pay it forward.
La traducción sería algo así como… “Hazlo llegar a los demás”. O “Cadena de favores”, que es como se titula en español.
Va de un niño que se inventa un sistema para mejorar el mundo. La idea consiste en ayudar a tres personas en algo que no podrían lograr por sí mismos, y en lugar de que el favor le sea devuelto a quien lo hizo, cada una de esas tres personas deberá ayudar a otras tres personas y así sucesivamente.
Y entonces, pensando en la peli y pensando en lo que me gusta a mí recomendar cosas chulas, se me ocurrió una idea.
Vuelvo a la frase del inicio de este mailing:
—Me gusta cómo escribes, me gustan tus historias, pero yo no necesito tus servicios.
Vale, tú no necesitas mis servicios. Peeeeeroooo, ¿has pensado que igual conoces a alguien que sí los puede necesitar? ¿Alguien a quien sí puedo ayudar?
—No quiero complicarme, estarás pensando.
¿Y si te digo que no te va a llevar más de tres minutos?
Piensas en 3 personas a las que les podrían ir bien mis servicios (por si se te ha olvidado, te los refresco aquí). O quizás piensa en 3 personas a quienes les gustaría leer mis mailings domingueros, como a ti.
Les reenvías este mailing con un textito que ponga algo así: “Hola! Mira, he pensado que te gustaría leer a esta chavala. Que escribe bastante bien, tiene historias divertidas y además, ofrece servicios de copywriting y creación de textos y contenidos que podrían ayudarte con tu (web, mail, comunicación… lo que creas que le hace falta) Y si te gusta lo que lees, a lo mejor puedes reenviárselo a tres personas más”.
¡Listo! Ya estamos creando una especie de ‘cadena de favores’ o recomendaciones que puede ser muy chula. La he reinterpretado a mi manera, ya lo ves.
A lo mejor no cambiamos el mundo, pero es posible que lo mejoremos un poquito y que, además, sintamos que estamos haciendo una favorcillo a alguien: a mí y a las personas en las que estés pensando.
3 personas, 3 minutos, 3 posibles ayudas
¿Cómo lo ves?
Fácil, rápido y gratificante. Porque si te pasa como a mí, cuando hago un match o una buena recomendación, me siento muy bien.
Hasta aquí mi petición de hoy.
Que tengas un día bonito.
P.S. Estoy en el sur, recopilando recomendaciones muy chulas para compartirlas contigo. Me gusta hacerlo, ¿te lo he dicho?
P.S. 2 Si me dedicas estos tres minutitos, MIL GRACIAS. Y si no, pues también.
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Hecho!!!