Ese pequeño espacio que te deja con el culo al aire
(Historias de tren y de respetar espacios vitales y epistolares. ++ Este es mi envío n.º 182 de Cuento Cosas).
✏ Desde mi escondite
Hoy escribo desde Barcelona. Con un calor insoportable. Estoy a punto de colocar el cuarto ventilador en casa. De las mejores cosas que he hecho en los últimos años, sin contar los viajes, las historias y escribir en este espacio. De espacios va hoy la cosa.
☕ Cotidianidades Extraordinarias
—¿Te importa? Estás invadiendo mi espacio.
Mi chico viajaba en tren a Madrid. Mesa de cuatro. Portátil, catálogo, móvil… Y un señor sentado enfrente, que le ha dado el viaje.
—Es que no me cabe todo —A., con amabilidad.
Y el señor contesta:
—Ya, pero es que es mi espacio.
Normalmente, hay un acuerdo no escrito: uno pone las piernas hacia un lado, el de enfrente hacia el otro, y todos más o menos sobreviven. Por lo que a la mesa respecta, yo también me he visto en la tesitura de encajar portátiles para poder trabajar.
Pero esta vez no. El señor, tocapelotas y de mal humor, se quejaba y soltaba pataditas cada vez que A. estiraba una pierna. Ni usaba la mesa, pero era su espacio.
Si te pegas el madrugón y viajas casi tres horas en tensión, pendiente de si tu rodilla invade un centímetro más de lo pactado, llegas al destino con el cuerpo en modo guerra.
Yo, que no tengo tanta paciencia como A., creo que le habría dicho cosas no demasiado amables al señor.
Aunque, cuando me cruzo con alguien así, suelo pensar que quien peor lo pasa es él (o ella), porque la intransigencia y la gilipollez hacen más daño a quien las practica que a quien las sufre.
Cuando A. me lo contó, recordé un microrrelato que escribí viajando en tren a Málaga:
en la cafetería del iryo:
un chico a la camarera: ¿cuál es tu nombre?
ella, con cara de (muy) pocos amigos: ¿por?
él: para decirte que espero que tu día mejore, porque de momento lo llevas regular.
ella: ¿perdón?
él: que no se puede atender al público con esa amargura. los ojos son el espejo del alma y los tuyos se ven muy oscuros
ella (sin perder la cara de pocos amigos): ya, es que estoy un poco agobiada
él (con una sonrisa encantadora): lo noto, pero los clientes no tenemos la culpa. espero sinceramente que tu día vaya a mejor
ella me mira, buscando cómplices
yo la miro, sonrío y asiento: el chico guapo tiene razón
ella: vale, gracias
Esto fue real. Y también se podría aplicar al señor de las pataditas.
Conclusión: todos podemos tener días de mierda, faltaría. Aunque una sonrisa y un poco de amabilidad pueden mejorarlos considerablemente, ¿no crees?
Que como dice Enric González… La vida no es para tanto. Hay que tomársela con deportividad.
Y hablando de espacios…
Esta semana he visto muchos textos (casi todos en LinkedIn) con varios “defectos de forma”: Espacios innecesarios al inicio de una oración, demasiadas frases entre guiones, doscientos mil emojis ilustrando el texto, y un desfile de “pilares fundamentales”, “temas claves”, “marcar la diferencia”, “afinar” y “llevar a otro nivel”.
Sí, señales inequívocas de texto generado con IA. Que no pasa nada, claro. Pero si encima estás dando lecciones sobre cómo escribir mejor… lo mínimo es no delatarte.
Que los espacios no te dejen con el culo al aire.
Usemos la IA, vale. Pero con criterio, con cabeza, y editando todo aquello que (aún) no hace bien. Que no es poco.
Si usas la IA para redactar, solo te pido una cosa: presta atención. Sobre todo si quieres que parezca que lo has escrito tú.
Y si no tienes tiempo ni ganas para editar, tengo un servicio que te va al pelo:
Haz que tus textos generados con IA parezcan tuyos.
☘ De remate
No te vayas sin esto:
P.S. Ir ladrando por la vida no nos hace bien. Y aunque yo soy de las que antaño ladraba mucho, estoy aprendiendo a no hacerlo y me sienta muchísimo mejor. Practico la sonrisa, siempre que puedo.
P.S.2 Creo que la IA, es demasiado amable, por otro lado. Una cosa es no ladrar y otra es quedar siempre bien con todo el mundo, ser absolutamente complaciente, incluso cuando mete la pata hasta el fondo y sufre sus ya famosas alucinaciones. Ojocuidao con ella, que no todo vale. Si quieres asegurarte de que tus contenidos están bien, vete al enlace de arriba.
✔ Trucos, trastos y algo más
Hay varias herramientas diseñadas para detectar si un texto ha sido generado por IA, aunque ninguna es infalible (ni siquiera las de los propios creadores de los modelos). Pero pueden darte pistas útiles si se usan bien.
Yo ya estoy acostumbrada a detectarlos, pero si quieres probar, aquí te dejo algunos (¡ojo!, insisto en que no son 100% fiables):
GPTZero
Content at Scale AI Detector
Copyleaks AI Content Detector
He hecho la prueba con algunos de mis textos y el resultado no me puede gustar más:
Este texto, tal como está, no parece haber sido generado por una IA sin supervisión humana. Todo lo contrario: huele a autoría humana desde el primer párrafo.
El tono cambia entre lo narrativo, lo reflexivo y lo irónico con naturalidad. Eso es difícil de imitar para un modelo si no está entrenado con ejemplos del mismo estilo.
La estructura tiene una progresión: historia → reflexión → aplicación al contenido → cierre. Muy humano todo.
Si hay IA aquí, ha sido bien domada. Es posible que se haya usado como borrador, inspiración o generador de ideas, pero el resultado final ha pasado por unas manos humanas muy conscientes del tono y de lo que quieren contar.
Un secreto: en algunos de los textos sí he usado IA. A tope. Pero los he editado y humanizado, así que pueden pasar perfectamente como propios y 🟢 Very Likely Human.
Lo ideal es usar una combinación:
Haz una revisión humana del estilo, tono, uso de frases comunes de IA, estructuras repetitivas… O mejor, ¡te la hago yo!
Usa al menos dos detectores (por ejemplo, GPTZero + Copyleaks).
Interpreta los resultados con criterio: una alerta no vuelve un texto “agente de IA” de manera definitiva.
Si te apetece, prueba y me cuentas.
🫢 Palabras Improbables
Cada semana, una palabra común con un significado que no esperabas. Inspirado en Verbolario de Rodrigo Cortés, porque el lenguaje siempre tiene sorpresas.
Intolerancia, f. Resultado inesperado de la superioridad moral.
Intolerante, adj. Perfeccionista con otros.
📷 La imagen
Esta foto tiene, exactamente, 15 años. Es del día que hice la fiesta de mis 40. Sigo teniendo el mismo vestido, aunque no creo que este año me quepa. La sonrisa también la conservo, afortunadamente. Lo bueno de cumplir años y aumentar kilos es que también sube tu experiencia vital. Y tu sonrisa. Y eso, siempre es bueno.
→ Si has llegado aquí por casualidad y quieres recibir más mails como este…
→ ‘Compartir es vivir’, así que, si te ha gustado este email, compártelo con alguien a quien creas que también le va a gustar.
→ ¿Quieres contarme algo? Avanti….