De Sandy a Sandy: cómo encontrar tu verdadera voz
(¿Tú eres de diadema y colores pastel o de cuero y tacones? Si vas de lo que no eres, se nota. ++ Este es mi envío n.º 168 de Cuento Cosas).
✏ Desde mi escondite
Hoy escribo desde Barcelona. Esto es un pito-pito, gorgorito entre Barna y Málaga. Ya estoy empezando a pagar billetes con Avios. Y ya verás cuando empiece con el tren. Con la de historias que me proporcionan los Iryos, AVEs y compañía. Prepárate, que voy.
☕ Cotidianidades Extraordinarias
I got chills, they're multiplyin'
And I'm losin' control
'Cause the power you're supplyin'
It's electrifyin'!
¿Te suena?
Es la primera estrofa de la canción You're the one that I want, de Grease. Año 1978. Siglo pasado, sí.
Me chifla esa peli. La he visto veintisiete millones de veces. Y he representado esa escena otros veintisiete millones. Yo siempre Olivia, por supuesto. Incluso tuve unos pantalones de cuero y un top sin mangas muy parecido al suyo. Con los high heels, no me atreví, siempre he sido muy patosa y tengo los tobillos laxos.
Pues el otro día, parada en un semáforo con la moto, escucho la canción a toda castaña en el coche de al lado. Giro la cabeza ipso facto, porque, a ver, ese temazo merece una inspección.
Y ahí estaba: un Cabify con un conductor joven, cantando y bailando a lo Travolta. Dándolo todo. ¿Me chocó? Un poco. ¿Me hizo reír? Mucho. Porque, sin darme cuenta, tenía una idea prefijada en la cabeza de quién podría estar disfrutando esa canción. Mi cliché mental no asociaba a ese chaval con Grease, igual que nadie esperaba que Sandy terminara vestida de cuero negro, pisando fuerte y diciéndole a Danny aquello de Tell me about it, stud.
Y ahí está la cuestión: ¿Sandy se traicionó a sí misma o encontró su versión más auténtica?
Depende de cómo lo mires. Puede ser el viejo dilema de cambiar para encajar, pero también una evolución natural. Sandy experimenta, se adapta y se da cuenta de que esa versión de ella le gusta. Le sienta bien. Y ojo, que Danny también intenta cambiar por ella. Aquí no hay sacrificios unilaterales, sino un ajuste mutuo.
¿Y qué tiene que ver esto contigo? Pues que tu marca o negocio también necesita encontrar su verdadera voz.
Si vas de lo que no eres, si adoptas un tono que no encaja contigo, se nota. Cantas como una almeja y lo que consigues es proyectar una imagen falsa e impostada. Y el resultado es una comunicación fría, impersonal, que no conecta con nadie.
Si, en cambio, encuentras el tono que realmente representa lo que eres y hablas de una forma con la que tu público sienta afinidad, todo cambia. La comunicación fluye, las personas confían en ti y, lo mejor de todo, te recuerdan.
Las empresas que insisten en sonar encorsetadas cuando su público es dinámico, son el equivalente a Sandy en su fase más mojigata: monas, pero desfasadas.
Las marcas que entienden a su audiencia y saben cómo hablarle sin perder su esencia, son como la Sandy del final: confiadas, poderosas, auténticas y listas para comerse el escenario.
¿Cuál de las dos Sandys eres tú?
Si sientes que tu comunicación sigue en fase “vestido color pastel y diadema”, pero en realidad quieres pisar fuerte con tus pantalones de cuero, tenemos que hablar. Te ayudo a encontrar una narrativa que encaje contigo y con la gente a la que quieres llegar.
☘ De remate
No te vayas sin esto:
P.S. No te he contado de qué va la peli. Peeeerooooo, es que si no la has visto, por lo menos una vez en tu vida, no eres de este mundo. So sorry. Aquí tienes la supercanción. Yo es que la escucho y me derrito.
P.S.2 Lo del cabifier pakistaní bailando a lo Travolta seguramente no sea tan raro. Para que veas que, a veces, yo también caigo en estereotipos que no tienen demasiado sentido.
P.S.3 Comunicación, tono y voz auténtica. Eso es lo que necesitan las marcas y lo que está demandando (a grito pelado) la gente. Si quieres probarlo, en el enlace de arriba.
✔ Trucos, trastos y algo más
No vivimos el Festival de cine de Málaga en todo su esplendor. Por la lluvia, y porque no teníamos pases a las premières, ni a las galas. Da igual. Nos empapamos del ambientillo e hicimos la ruta de rigor que a mí me gusta hacer cuando alguien llega nuevo a la ciudad: Montadito de lomo en el Orellana, pajarete en Antigua Casa de Guardia y una cañita en La Tranca. Todo antes de comer. Ya te imaginas como siguió el día.
Algo más…
La peli que vimos en Málaga, Ravens. Una coproducción entre España, Francia, Japón y Bélgica que, sorprendentemente, nos gustó mucho. La vida de uno de los fotógrafos más icónicos de Japón, con mensaje de fondo y con música de The Cure.
🫢 Palabras Improbables
Cada semana, una palabra común con un significado que no esperabas. Inspirado en Verbolario de Rodrigo Cortés, porque el lenguaje siempre tiene sorpresas.
Encajar, v. intr. Mimetizarse con el entorno hasta que la tormenta pasa.
📷 La imagen
En Frigiliana, todo encaja. Las casas con las calles, las plantas con las casas, las rejas con las puertas y ventanas. Por algo es, oficialmente, uno de los pueblos más bonitos de España. La foto, del fin de semana pasado que, aunque pasado por agua, encajó a la perfección.
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