Cómo despertar al monstruo creativo que llevas dentro
(La historia de un cliente que empezó escribiendo como un BOE… Y ahora lo paran en las ferias para felicitarle por sus mails. ++ Este es mi envío n.º 181 de Cuento Cosas).
✏ Desde mi escondite
Hoy escribo desde Barcelona. Aguantando los calores entre ventiladores y abanicos, y con bastante ganas de norte y fresquito, ahora que mis padres se han ido a pasar tres meses allí. Todo llegará.
☕ Cotidianidades Extraordinarias
¡Tienes que ser auténtico!
Eso es lo que te dicen cuando vas a un curso de comunicación, pero a la vez, correcto, asertivo, diplomático, empático, didáctico y un largo etcétera de maneras de hacer.
¿Y si no soy nada de esas cosas? Y soy simpático, agradable, directo, educativo y a veces un poco transgresor. Pues con la iglesia nos hemos topado.
La verdad es que estaba harto de los textos que escribía: correctos, técnicos y sobre todo ¡aburridos de narices! Pero no me daba cuenta, por qué estaba en modo HAZ LO CORRECTO.
Sin embargo, llega un día que te encuentras por las redes a una amiga del cole y te dice: “Jose, no te recuerdo tan aburrido. Tus textos son correctos, pero no me dicen nada de ti”. Lo recuerdo como una bofetada en la cara o una zapatilla de mi madre volando por mi espalda o el borrador de Monsieur Pierre (un profe que tuve en secundaria) aterrizando en mi pupitre.
Lo primero que hice fue confiar en mi compañera de cole para que me ayudase a redactar la nota de prensa en el que comunicaba mi salida de la empresa de la que era el director general y anunciaba mi nueva aventura profesional. ¡Qué pasada! Cuando los lectores te identifican en tus escritos, ocurren cosas.
El siguiente paso fue pedirle que me ayudara con los textos de mi nueva web. La primera que hice era correcta, decía lo que hacía. Sin embargo, no me definía. Ahora, los que me conocen y leen mi web, me reconocen. Y los que no saben nada de mí, ya saben a qué y quién se enfrentan. Y os digo, ¡siguen pasando cosas!
Como paso final, y decidiendo volar solo, me decidí a trasladar mi manera de expresarme verbalmente, a la expresión escrita. Y siendo sincero, encontré mi primer fan en mi mujer. Le enseñé el primer escrito de la nueva era, y me suelta: “Cariño, lo leo y me parece estar escuchándote”. Mi primer fan lo conseguí en casa. Y eso anima un montón.
La que liaron entre Marta (mi mujer) y Mònica (la del cole). Destaparon la botella de espumoso. Empecé a escribir cosas para mis clientes. A veces divulgativos, a veces técnicos, a veces describiendo productos, pero todos con ese punto muy mío. Y resulta que tengo un club de fans. Cuando voy a las ferias o de visitas a clientes, me dicen cosas que me emocionan. La primera que dicen es que me han leído (eso tiene su punto). Luego que les ha encantado. Otros me escriben mails diciendo que no me compran, de momento nada, pero que soy un aire fresco en el sector con esa forma tan fresca y auténtica de comunicar.
¡Lo he bordado!, he puesto auténtico en el primer párrafo y cierro el escrito diciendo que los clientes valoran mi forma auténtica de comunicar. No sé si eso me da puntos SEO, pero me ha parecido… Iba a decir cojonudo, pero lo dejo en que me ha parecido bien.
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Arriba has leído a mi amigo y cliente, Jose.
Cuando le propuse si quería escribir por aquí, le dije: “Piénsatelo y ya me dirás”. Al poco rato, me mandó el texto que acabas de leer.
—Me pusiste a calentar en la banda, y yo soy como un microondas: caliento rápido. Igual que un jugador de la NBA, Vinnie Johnson, al que llamaban microwave, porque nada más salir a la pista ya marcaba 10 puntos seguidos.
Dicho y hecho, pimpampum.
Jose es un terremoto: ágil, diligente, claro y directo. Ya lo has leído. Y creo que tampoco debe tener abuela, porque… “¡lo he bordado!”
Di que sí, esa es la actitud.
Hemos trabajado juntos en varias ocasiones, y ahora, cada vez que manda un mail a sus clientes o escribe en su blog, me lo reenvía para que lo lea. Y siempre me pasa lo mismo: parece que le estoy escuchando en persona.
Ese es el mayor éxito que se puede conseguir con un texto: que quien lo lea tenga la sensación de estar contigo, de estar escuchándote.
Él suele decir: “Si no estás dispuesto a pasártelo bien, no puedes ser mi cliente”. Y me parece una gran forma de empezar.
Es verdad que tenemos estilos parecidos, nos gusta la coña y hacer las cosas de manera distinta. Por eso trabajamos tan bien juntos: él me cuenta algo, yo lo pillo al vuelo y escribo como si fuera él. Hasta que un día se sintió seguro y empezó a escribir sus propios textos.
Fue entonces cuando me soltó esta frase: “Has despertado al monstruo que llevo dentro”. Y de ahí salió el servicio que hoy te traigo: un empujoncito para quienes disfrutan escribiendo, pero todavía no se atreven a lanzarse.
Lo probamos con Jose. Luego con otros clientes. Y funciona. Vaya que si funciona. Todas las personas que lo han puesto en práctica han descubierto que, como comer y rascar, al escribir, todo es empezar. Y después siempre tienes ganas de más.
Si estás en ese punto, este servicio te puede ir fenomenal.
☘ De remate
No te vayas sin esto:
P.S. Jose y yo íbamos juntos a clase. A Can Colapi. Él también jugaba a baloncesto y más tarde a rugby, así que incluso institucionalizamos un equipo de Nardos y Focas (Eh, ahora suena horroroso, pero en los 80 éramos de lo más top). Tengo algunas historietas muy buenas de esa época.
P.S.2 Me lo pasé muy bien preparando los contenidos de su web. Si le conoces, verás que es ÉL, en estado puro. Pásate y la ves. Y si necesitas un buen consultor, puedes llamarle. Te hará trabajar duro, pero también te divertirás un montón.
P.S.3 Desde que empezamos a trabajar, me ha recomendado varias veces y han salido colaboraciones chulas. Gracias, Pepe (aunque creo que ahora nadie te llama así).
P.S.4 Si tú también sientes que llevas un pequeño gran monstruo dentro y quieres dejarlo salir, este es el sitio y la manera.
✔ Trucos, trastos y algo más
Jose recomienda la lectura de la nueva versión de La Caja, una fábula empresarial que gira alrededor del autoengaño.
Se lee en un suspiro y te deja pensando durante semanas. Habla de cómo, sin darnos cuenta, nos metemos en una especie de “caja mental” que nos hace ver a los demás como obstáculos, en lugar de personas. Y de lo que cambia (en relaciones, en equipos, en resultados), cuando aprendes a salir de ahí.
Muy útil si trabajas con personas (o sea, para todo el mundo).
Mi invitado también dice que un “trasto” imprescindible es la IA. Teniendo claro que ayuda, pero no soluciona. Y, como todo en esta vida, necesita contexto, objetivo e instrucciones claras. Por tanto, depende de las personas. Las mismas que en su vida personal y también laboral, quizás no saben dar o captar contexto, no tienen objetivos claros ni tampoco instrucciones. Entonces, la IA no transformará a los mediocres en buenos, sino que hará mejores a los que ya lo son.
Él usa Perplexity cuando hace investigación, Copilot para temas de análisis y Gemini para hacer búsquedas chulas en Internet.
🫢 Palabras Improbables
Cada semana, una palabra común con un significado que no esperabas. Inspirado en Verbolario de Rodrigo Cortés, porque el lenguaje siempre tiene sorpresas.
Monstruo, m. Vástago sin vigilancia.
📷 La imagen
Sí, se la he pedido y tenía LA FOTO. De los Nardos y las Focas, en el Carnaval de 1987. A ver si encuentras a los Wally.
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