Autoestima peligrosa o el riesgo del 'do it yourself'.
(Cuidado con los jardines en los que te metes. Del 'yo puedo' a la autoestima peligrosa hay una delgada línea roja.// Este es mi envío nº 132 //).
✏ Desde mi escondite
Hoy te escribo desde Barcelona. Un poquito de casa. Tengo visita malagueña y me estoy recuperando de la fiesta del viernes. Empiezan a pesar los años…
♫ Cuéntame al oído
Aquí tienes el audio por si eres más de escuchar que de leer. Disculpa el sonido y mi voz de hoy… las condiciones de grabación no podían ser más adversas.
☕ Cotidianidades Extraordinarias
La aventura altamente arriesgada de instalar un ventilador de techo.
Sí, ese objeto maravilloso sin el que no entiendo cómo he podido vivir durante tantos años.
Yo lo puse en mi casa el año pasado. Y ha sido una de las mejores cosas que he hecho en la vida. Llámame facilona. Me conformo con poco, lo sé. Pero ese poco me ha dado la vida, y desde que ese objeto gira elegante y silenciosamente sobre mi cama, yo duermo en la gloria.
Tenía claro que yo no iba a instalarlo. Primero porque había que hacer regata, pasar cable y toda esta mandanga, y porque soy cero habilidosa con las cosas de bricolaje.
Dime tú, más de diez años vendiendo taladros, tacos y brocas como si no hubiese un mañana y no sé hacer la O con un canuto.
En lo de usarlos. En lo de venderlos, sí se me daba bien.
Total, que le he dado tan buena prensa al ventilador que mis amigas también se han subido al carro.
Y mi chico, después de insistirle en lo bien que se dormía con el artilugio, pues también sucumbió a sus encantos.
En este caso, decidimos ponerlo nosotros mismos.
—Es fácil, son cuatro piezas y cuatro tornillos.
No puedo decir que él sea más habilidoso que yo, pero le pone mucha voluntad y cuando se le mete algo entre ceja y ceja, en vez de malagueño, parece aragonés, por lo de cabezota.
Bien. Sábado tarde. Málaga. Un calor de la leche.
Hora y media larga subidos encima de la cama, haciendo equilibrios para no caernos e intentar que cada pieza quedara en su sitio. Sudada padre.
Yo hubiese tirado la toalla en el minuto uno.
—Que no, que esto no es lo mío. Llamamos a un chispas y que lo coloque.
Él, tozudo. —Que lo ponemos en un volao.
¿Lo conseguimos? Sí.
¿Nos costó? Mucho. A mí se me hizo eterno. Pero por no quitarle la ilusión, ahí estaba, mordiéndome la legua, sujetando el destornillador y sudando la gota gorda.
Tengo que decir que esa noche, pensamos que podíamos morir degollados por el ventilador asesino. Afortunadamente, no fue así, pero aún no tengo claro que esté bien instalado.
Mi conclusión: Nunca más. Tengo claro que para estas cosas, prefiero pagar a un profesional y que venga a colocarlo.
Quien dice un ventilador, dice una cortina, una estantería o una columna de ducha. Por todo ello he pagado gustosamente a un manitas, que en poco tiempo me lo ha dejado todo niquelado.
Me pasa con varias cosas, que tengo claro que no voy a hacer yo misma. Por muy fácil que parezcan. Porque tardo horas y horas y encima me entra el mal humor.
Pintar mi casa o cortarme el pelo. O hacer la declaración de la renta. O un logo o una web.
¿Podría? Sí, claro. Mejor o peor.
¿Quiero? Pues no. Ya he decidido que hay que dejar ciertas cosas a los profesionales. A los que saben.
Puede que te pase lo mismo cuando se trata de redactar los contenidos de tus comunicaciones. Los textos de tu web, tus mails, tu porfolio de productos o tus entradas de blog.
¿Puedes hacerlo tú? Seguro que sí.
¿Tienes ganas, tiempo, paciencia y conocimientos suficientes? Si la respuesta a alguna de estas preguntas es NO, soy tu chica.
Yo no sé hacer regatas ni colgar cuadros, pero se me da bien escribir. Y ponerme en tu piel para crear textos que impacten, persuadan y lleguen a los corazones (y a los bolsillos) de tus clientes.
Que lo del Do it yourself ya no se lleva nada!, te lo digo.
☘ De remate
No te vayas sin esto:
P.S. La historieta del ventilador no tiene más relevancia, pero que levante la mano quien no se haya visto ahí, sudando como un pollo con un taladro en la mano.
P.S. 2 También soy de las que no se lee los libros de instrucciones. Y al cabo de los años, descubre una función nueva en el mando a distancia y flipa en colores.
P.S.3 Si eres una persona atrevida con autoestima peligrosa, te sugiero: Vive y deja vivir. Haz lo que realmente se te da bien y el resto, déjaselo a los especialistas.
P.S. 4 Después del esfuerzo bricolajero nos dimos, por fin, el capricho de la pizza con champán que teníamos pendiente desde que nos lo dijo Leiva. Fue en el Ummo, en Málaga.
✔ Trucos y trastos
Hoy, en este cajón de sastre en el que cabe de todo, te hablo de la importancia del Perfil de Empresa de Google. El antiguo Google My Business, que igual te suena más. Seas lo que seas y te dediques a lo que te dediques, debes tener este perfil actualizado y optimizado.
¿Por qué?
Pues primero, porque es de Google, que nos guste o no, es el mayor y más importante buscador en Internet. Y si quieres ser alguien, tienes que estar ahí.
Y porque un perfil de empresa bien trabajado, ayuda mucho a posicionar tu empresa o proyecto, además de que desde allí puedes publicar contenido de forma regular, fotos, ofertas, eventos e interactuar con las personas que te han dejado reseñas.
Es una buena alternativa si aún no tienes una web. ¡Ah! Y es GRATIS.
Por favor, por favor, por favor… Contesta siempre a los comentarios, aunque sean malos. No hay nada peor que la ignorancia y la desidia por no atender a quien se toma la molestia de dedicarte un poquito de su tiempo.
Si te apetece, te dejo AQUÍ el mío por si quieres brujulear. Lo tengo recién estrenado, así que si quieres dejarme una reseña, me harás feliz. Mil gracias por adelantado :)
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Y lo fresco que se duerme!!!
Tienes razón. A veces basta una sobredosis de cafeína