––Michael, ¿puedes entrar a ser tú? No sé cómo tratar a esta gente.
Esta frase aparece al inicio del episodio 6 de la 2ª temporada de The Bear.
Si no la has visto, te la recomiendo mucho.
Yo vi la serie en inglés, porque todo lo que veo con mi hijo pequeño tiene que ser en VO y con subtítulos en inglés.
Y tengo que decir que me costó mucho pillar los diálogos. Porque están llenos de argot, hablan rapidísimo y todos a la vez. Una locura.
Así que he vuelto a ver algunos episodios en castellano. Porque tenía curiosidad.
Sobre todo este episodio 6. El de la cena de Navidad. Pensé que si en inglés ya me explotaba la cabeza, si lo veía en castellano y entendía (o lo intentaba) todo lo que decían, me convencería de que mis reuniones navideñas son pura armonía comparadas con las de Carmy y su familia.
Lo dicho, de locos.
No he visto ninguna serie en la que se repita tantísimas veces la palabra fuck.
Bueno, no te voy a contar más, por no hacer spoiler y que la veas y disfrutes/odies a tu manera.
Aunque después de este episodio he llegado a varias conclusiones:
Nunca más volveré a decir que tengo la cocina desordenada y hecha unos zorros.
Jamie Lee Curtis hace un papelón, pero da un asquito que te mueres.
La decoración kitsch de la casa… ahora más que nunca, me tiro de cabeza al minimalismo.
No sé si en la vida real se puede ser tan exageradamente dramático, intenso y emocional. Bueno, sí se puede, ya he vivido yo algún episodio de intensidad máxima. Pero con tanta gente a la vez…
Es imposible entenderse cuando un grupo de personas habla a la vez, a gritos, sin asertividad y diciendo cada uno lo que le da la gana.
A mí me saca de mis casillas. Quiero más paz en mi vida. Menos bullicio. Más silencio.
Y me está pasando que, últimamente, creo que padezco infoxicación. O sea, exceso de información recibida a diario, lo que me provoca incapacidad para procesarla, contrastarla, analizarla y tomar las decisiones adecuadas.
Añadiría que ese exceso de info impide que mi mente divague (esto no es mío, es de mi amiga Mariona) y así no hay quien viva. Ni quien cree.
Diagnóstico: estoy infoxicada perdida.
Necesito un stop, un descanso, un reset. Y que mi mente divague.
Por eso, me voy a tomar un descansito por aquí hasta después de navidades. Esas maravillosas fiestas que están a punto de llegar y a mí me gustan tanto.
Ya entiendo que habrás pillado la ironía.
Espero volver con la mente fluida, con cosas nuevas y con más historias. Si me echas un poquito de menos, puedes mandarme un mensaje. Si no, y tú también estás un poco infoxicado, descansa, relájate y coge fuerzas. Que el 2024 promete venir pegando fuerte.
Aunque no me gusten, te deseo unas muy felices fiestas. Y ojalá tu cena sea algo más tranquila que la de los Bear.
Como le dicen todos a Carmen…
––Di las palabras, ¡dilas!
Y él las dice:
––Os quiero.
Pues eso. Yo también.
P.S. Esto es importante: descanso por aquí, aunque sigo currando a tope. Si me necesitas, te escucho o te leo atentamente.
P.S. Si has visto la serie, ¿cuál es tu episodio favorito? El mío no es el 6º, aunque me impactó mucho. Si no la has visto, es un buen plan para estos días.
Este mail tiene 601 palabras.
40 minutos para escribirlas y 10 minutos para editar el mail. 67 minutos de episodio para explotar cabezas y unos cuantos más de infoxicación máxima.
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