Los pódcast suelen inspirarme mucho.
Escuchar a gente interesante que cuenta cosas. Eso me da material.
Hace un par de días escuchaba a Enric González.
Ya viajé a Roma hace poco más de un año e hice caso a todas sus recomendaciones de imprescindibles para ver y, sobre todo, para comer.
Alguien que es periodista, y que ha sido corresponsal en algunas ciudades dónde no dejan de ocurrir cosas, pues… tienen un montón de cosas que contar.
En esta ocasión, me quedo con algunas verdades en las que me reconozco mucho:
La vida no es para tanto, hay que tomársela con deportividad.
El escepticismo es un gran recurso: ir a tu aire, no apuntarse a doctrinas y tener cierta predisposición a llevar la contraria.
Después de haber vivido mucho, la vida no tiene sentido, pero es coherente.
Enric dice que ha vivido en los márgenes y reconoce que su mayor excentricidad es sentirse a gusto con su soledad.
Yo no vivo en los márgenes, aunque tengo que decir que un poco aislada de todo lo que pasa en el mundo, sí estoy.
Por mi propia supervivencia y para tener una buena salud mental.
Ya sé que el mundo se va a la mierda y que yo no podré salvarlo, así que prefiero relacionarme a mi manera con la realidad. Y contribuir a que, por lo menos, mi gente, a la que tengo cerca y por la que sí puedo hacer algo, sea un poco más feliz.
Para eso, debo de ser un poco escéptica, ir a mi aire y tener cierta predisposición a llevar la contraria.
Lo que no me impide ser sensata.
Así lo creo. Y también lo cree mi amiga M., que el otro día lo dijo en una reunión de amigos y hubo opiniones controvertidas sobre ese atributo que se supone que yo tengo.
Según el diccionario, la sensatez es esa cualidad que tienen las personas que muestran buen juicio, prudencia y madurez en sus actos y decisiones.
Es decir, ser sensata es ser prudente, cauta, juiciosa, cuerda, discreta, cabal, moderada, razonable, precavida, mesurada, reflexiva, ponderada, ubicada.
Yeah!
Bueno, me veo bastante ahí. Sí que es posible que algunas veces actúe con menos sensatez que otras, y que quizás pierda el norte, los papeles o lo que sea que se tenga que perder.
Pero cuando eso pasa, suelo hacerlo a consciencia y calibrando las consecuencias. A veces me equivoco. Otras no.
Ser sensata lleva a actuar con sentido común, permite comportarse buscando la verdad y el bien general. Hace mostrar una actitud mediadora, buscando la resolución del conflicto, lo que conduce a la prudencia, a no buscar la controversia ni la disputa innecesaria.
Sí, soy. Aunque eso suponga que muchas veces me digan que no me mojo y que evito el conflicto.
Yo prefiero vivir así.
Vale…
Y después de toda esta disertación… ¿Qué te voy a vender hoy?
¿Un viaje a Roma?
¿Unos cuantos libros de viajes?
Pues mira, no.
Lo que te voy a vender es mi sensatez y mi sentido común.
Sí, esos que uso para ponerme en tu piel cuando trabajo para ti. Ya sea para hacer
un guion para un vídeo, o para un pódcast, o una presentación de producto o corporativa para tus clientes, la narrativa de tu marca, un nombre y un eslogan…
El copywriting no se limita solo al contenido de tu web o tus redes sociales. Va mucho más allá. Porque la escritura persuasiva es aplicable a TODO aquello que signifique COMUNICAR.
Y para hacer eso, son necesarias altas dosis de sensatez. Aunque después podamos darle un puntito de locura.
P.S. Aquí tienes el pódcast, y aquí el libro que tienes que leer si vas a viajar a Roma. Otra visión muy recomendable.
P.S.2 Enric es muy guay. Y puede ayudarte a comunicar mejor. Pero yo estoy más cerca. En el enlace de arriba.
Este mail tiene 733 palabras.
60 minutos para escribirlas y 15 minutos para editar el mail. 115 minutos escuchando el pódcast y unos cuantos más debatiendo sobre mi sensatez.
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