#80| Una moto, una señora francesa y mi superpower.

La imagen: yo tumbada en el sillón del dentista. 

La doctora a la enfermera: 

— ¿Sabes que Mònica se mueve en moto? Con el miedo que a mí me da; las mujeres que van en moto me parecen superempoderadas y unas valientes. 

Yo, por dentro: 

— A mí lo que me parece valiente es una tía haciendo estas filigranas en mis dientes. 

Ya me iba, cuando entra una señora francesa con un problema en una muela.

Mi dentista no habla francés, pero a mí algo me queda de cuando estudiaba en las monjas y me pide si le puedo traducir para ver si puede ayudar a la señora. 

Una solución de urgencia, no muy complicada. Solo le va a retrasar un ratito la hora de la comida. 

Cuando la señora francesa pregunta lo que le va a costar, mi dentista me dice: un buen café y una sonrisa. 

Yo muero de amor y la señora francesa aún debe estar flipando. El mundo está lleno de buenas personas.

Bueno, pues me voy tan contenta de la consulta, pensando: 

––Qué crack, a mí me llama mujer empoderada y luego cambia un dolor de muelas por un café y una sonrisa. Hay gente muy guay. 

Con estos pensamientos, voy a por mi moto y ¡chás!, no arranca. 

8 de agosto, 3 y media de la tarde y yo tirada en la calle esperando a la grúa. 

Y pensando… 

— Mira qué empoderada estoy, me cago en la leche. 

Al rato, sale la doctora de la consulta y me encuentra sentada en la moto, con cara de circunstancias. 

—Nooooo, ¿qué te ha pasado? 

Yo: 

—Nada, aquí, empoderándome.

No hay más preguntas, señoría.

Tres horas más tarde, y después de 5 llamadas al seguro, una grúa fallida y mi taller de vacaciones, esa misma doctora me presenta a su vecino de al lado que tiene un taller de motos. 

Por ser amiga de la valiente, me hace un hueco y me admite la moto. 

Y yo casi les abrazo a los dos, conteniendo las ganas de llorar. 

¿Cómo se pasa de ser una mujer empoderada a sentirte una mierda en plena canícula?

Esa delgada línea roja…

¿Y tú qué tal? ¿Cómo va lo de las vacaciones? 

En fin, que esta tarde vuelo al norte y ya no me acordaré de la moto, que ya está arreglada, por cierto. 

Solo pasaba por aquí con un poquito de empatía por si tú también estás en la city, sufriendo los calores. 

Si te aburres y te apetece leer, esta semana te recomiendo ESTO. 

P.S. Ahora sí que sí; me tomo unos días de disconnection, aunque siempre estaré un poco connected, por si te puedo ayudar. En estas cosas, por ejemplo.

Como mi doctora y su mecánico. 

P.S.2 Para más truquis de copy, te puedes pasar por aquí. 

P.S.3 Si hay algún gallego o gallega de bien en la sala que tenga algún imperdible que recomendarme en la zona de O’Grove, le hago la ola.

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