#70 | Si no vendo, doy las gracias
Me gusta conocer a gente nueva. Nueva e interesante.
Que a los gilipollas y a los sobrados, me los estoy quitando de encima.
De hecho, me gustaría tener largas conversaciones con mucha gente a la que admiro. Igual solo para escucharles. Y dejarlos que hablen. Y que me ilustren. Y que me cuenten cosas.
Hace unos días, conocí a varias personas nuevas e interesantes. Todas de una tacada.De esas con las que es un gusto hablar, compartir y aprender.
Si además te echas unas risas y te lo pasas bien, noche completita.
Después de esa cena, me metieron en un grupo de whatsapp que se llama Consumidores Culturales. Un término que acuñó una de estas personas, porque dice que consumir cultura es lo que nos hace libres. El resto de consumismo, pues bah.
Con la excusa de consumir cultura, van de sitio en sitio, asistiendo a movidas de todo tipo (culturales, por supuesto), dando conciertos, catando vinos y lo que se les ponga por delante.
Muy buen plan de vida, sí señor.
Me siento afortunada y privilegiada de que hayan decidido incorporarme a ese grupo.
Pero más afortunada me siento de tener gente interesante en mi vida. La nueva y la que ya está y lleva un tiempo conmigo.
Si echo la vista atrás (y no demasiado atrás), me veo con todas las dudas del mundo, sin saber si dar el paso o no, porque mi amiga la Impostora estaba dando por saco sin parar. Qué angustia, madre.
Hasta que un día, después de largas conversaciones con algunas de estas personas interesantes que tengo en mi vida, decidí lanzarme a la piscina.
Y aquí me tienes, nadando a gusto y a punto de estrenar cosas nuevas (las viejas no se estrenan, claro).
Todo lo que lees cada domingo es fruto de pequeñas cosas que he hecho, hablado, escrito o planeado con las personas interesantes de mi vida.
Con las que conozco y con las que (aún) no, pero que van llegando por distintos canales y que me van enviando mensajes que me hacen una ilusión tremenda.
Así que hoy, en vez de contarte en qué consiste el copy y venderte mis servicios, estoy aquí para agradecer.
A todas las personas interesantes que están en mi vida (y a las que vendrán),
G R A C I A S.
P.S. Me he puesto ñoña, ¿no? Bueno, es mi mailing y me puedo poner cómo yo quiera. Si tú también quieres saber cómo comunicar desde esta libertad máxima, dale a responder y me cuentas. La verdad es que sienta de maravilla.
P.S.2: La próxima semana vuelvo a la carga, con un mail festivalero.
P.S.3: Las cosas que me han gustado esta semana:
Comer un arroz negro en el restaurante Sa Platgeta, en una de las zonas más vírgenes de la isla. Gustazo de sitio, de gente y de comida rica. También me gustó la siesta posterior.
Formentera entera (a riesgo de resultar pesada, lo sé), aunque llueva y haya vuelto tan blanca como me fui.
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