#66 | Cuando las salsas y las expectativas se vienen arriba
No me gusta cocinar. Y algunas veces, me da rabia. Porque me gustaría que me gustase.
Lo que sí me gusta es comer. Mucho. O sea, que me gusta mucho comer; no comer mucho.
Venga, trabalenguas fuera.
El tema es que me gusta más comer que cocinar; en esto último soy bastante práctica y bastante básica.
Por eso, como fuera de casa más veces de las que quizás querría mi cuenta bancaria.
Aunque eso no me da autoridad para ser experta en nada, sí sé lo que me gusta y lo que no.
El caso es que hace unas semanas tuve un buen chasco.
Fui a cenar con unos amigos a un restaurante en Barcelona que nos habían recomendado. Alguien supuestamente con criterio y a quién le gusta comer bien.
Quizás no era el día adecuado. Habíamos empezado con un ‘esmorzar de forquilla’ que fue la leche y continuado con un almuerzo que nos teníamos que haber saltado.
Total, que llegamos a la cena con la panza llena y eso es matador.
Aunque más matadoras fueron las salsas que llevaban todos los platos.
Mucho menú degustación, mucha combinación extraña y mucha, muchísima salsa. En cada plato.
En fin, que no nos gustó a ninguno de los cuatro. Y no fue barato. Eso aún nos gustó menos.
¿Qué falló?
Pues no sé; no era el día, estábamos cansados o no era el tipo de comida que suele apetecernos más.
La recomendación falló.
¿Pero sabes qué?
Que lo realmente complicado es que una recomendación nos falle. Así que fue la excepción...
Por eso, hoy, aparte de contarte que me tuve que tomar un alka seltzer en vez de un gintonic después de cenar, vengo a recomendarte algo.
O a que me recomiendes.
Ahora te explico:
Ya te hablé de que iba a hacer un regalo de valor a algunas de las personas que están en esta lista.
¿El qué?
Verás.
Como llevo mucho tiempo hablando de las bondades del email marketing, he decidido recopilar todos los trucos, recomendaciones y consejos en unas fichas estupendas que te lo resumen todo todito. Y regalártelas.
Eh!, que lo regale no significa que no tenga valor. Lo tiene, y mucho.
Por si hace tiempo que quieres ponerlo en marcha y no sabes por dónde pillarlo. O si quieres saber de qué va todo esto antes de abrir el melón...
Empezar a comunicarte con tus clientes. Con tu público. Con las personas que te pueden comprar.
Igual te da pereza.
Igual no sabes cómo hacerlo. Ni qué contar. Ni cuándo, ni de qué manera.
Bueno, pues para eso son. Las fichas-sexis-que-te-cagas-con-todo-bien-resumido que he preparado.
¿Y cómo las puedes conseguir?
Pues es muy fácil.
Tú me presentas a alguien que conoces bien y que sabes que le iría de perlas este regalo.
Y yo os lo regalo a los dos.
Entonces, mi propuesta es la siguiente; regalo esto:
EMPIEZA A ENVIAR MAILS A TUS CLIENTES SIN QUE SE TE HAGA BOLA
(Un minicurso fácil y eficaz para perder el miedo a eso del email marketing)
A ti y a la persona que creas que le va a ser útil o superútil.
Pues eso.
¿Cómo va el tema para tenerlas?
Mira, esto te lo contaré el miércoles, que hoy ya me he enrollado bastante.
Sí, el miércoles, no quiero hacerte esperar hasta el próximo domingo.
Así que, si tú ya tienes claro que esto no es para ti, el próximo miércoles no hace falta que me leas; mi mail será para explicar las instrucciones de cómo conseguir el minicurso.
Si le quieres dar una oportunidad, stay tuned.
Y si ya tienes en mente a esa o esas personas a las que sí les puede encajar, guárdate y recuerda quienes son, para que puedas contárselo.
Hala, ya está.
Nos vemos (o leemos) el miércoles. O no.
P.S.: Hoy no hay enlace para vender. Esto es así.
P.S.2: No voy a poner el nombre del restaurante, no tiene sentido que haga publi de un sitio que no me gustó.
P.S. 3: A lo mejor ya empezamos mal porque pedimos un vino mientras esperábamos y no nos lo quisieron poner por desatender a las mesas que estaban acabando. Raro, raro.
P.S.4: Igual que te digo una cosa, te digo otra. El que sí recomiendo, muy mucho, es el restaurante El Cateto, de Málaga. Un sitio al que no entrarías en tu vida, pero el producto, un 10. Se me cae la baba de recordarlo. La decoración (y la web), pues bueno…
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