Hoy el tema va de logros.
Mis logros personales desde hace 5 meses.
Te cuento:
El pasado noviembre fue un mes de toma de decisiones.
Decidí empezar a estudiar inglés, después de un porrón de años de oxidación. Ya hablé de ello en un correo.
Hice un intensivo heavy de 2 horas diarias durante 30 días, que sirvió para ponerme las pilas y tomar carrerilla. Y darme cuenta de que tampoco estaba tan mal. Tenía más nivelillo del que pensaba, olé yo.
Luego pasé a dos días por semana. Y aquí sigo; estoy encantada.
La verdad es que he mejorado bastante. Y he ido pasando los exámenes de cada nivel, con bastante buena nota. Medallita pa mí.
También tres veces a la semana me despierto cuando aún no han puesto las calles para entrenar. Y como no hay calles, lo hago en casa. Me conecto por facetime para entrenar junto a mis amigas.
Si no lo hacemos así, a ver quién es la guapa que se despierta a esa hora...
Llevamos cinco meses entrenando con regularidad.
No es fácil, te lo digo. Cuando suena el despertador me acuerdo de algunos familiares que me caen mal y me cuesta la vida ponerme las mallas y colocar la esterilla. Los primeros minutos vamos resoplando las tres como si nos estuvieran matando.
Bueno, hay quien nos ha escuchado y dice que no se sabe si nos están torturando o estamos teniendo un orgasmo. En fin.
Después de cinco meses, se notan los resultados. Vaya que sí se notan.
Hemos avanzado en el ritmo y el nivel de intensidad, y nuestras piernas y nuestro culo están bastante más tonificados.
Que nos estamos poniendo buenorras, vamos. Este año, a tope de power con la operación bikini.
Claro que nos da pereza. Claro que nos cuesta. Hay días que cuesta la vida. Aunque ahí estamos. Motivadas y pibonéxicas perdidas.
O sea, yo soy pibonéxica y políglota. Fuá.
No está demostrado que sean cualidades complementarias… peeeero, todo suma.
Lo que sí está demostrado es que hay algunos momentos de tu vida en los que tienes que tomar firmes decisiones y hacer cosas que, aunque cuesten un esfuerzo, sabes que son buenas para ti. Muy buenas.
Lo mejor es cuando empiezas a ver los resultados positivos de esos esfuerzos. Es un subidón. Y también cuando te das cuenta de que estás enganchada.
Vale, igual te importa un comino que yo me esté poniendo cañón, o que tenga el síndrome de la pibonexia, aunque sí puedes sacar una moraleja de todo esto: la CONSTANCIA funciona.
Constancia para estudiar inglés.
Constancia para hacer ejercicio.
Constancia para comunicar en tu negocio. Y conseguir buenos impactos.
Yo también llevo un año y pico de constancia en el envío semanal de mis mailings domingueros. Con buenos resultados.
Si no tienes constancia o continuidad, el tema no funciona. Ninguno. Solo puedes ver resultados cuando has hecho acciones continuadas.
Eso también ocurre en la comunicación de tu proyecto. La constancia es clave. Si eso no lo tienes claro, apaga y vámonos.
Si lo tienes claro, pero no te da la vida o no sabes cómo hacerlo, aquí estoy yo.
Te ayudo con tu estrategia para que puedas conseguir esa constancia y continuidad en el envío de mails a tus clientes, o en la regularidad de tus publicaciones en redes sociales. O en la creación de artículos para tu blog.
P.S.: La verdad es que es un gustazo cuando estás en un momento bueno y sientes que vas por el buen camino en todo lo que haces.
P.S.2: Lo que no te he contado es que también he tenido que dejar de comer cosas que me gustan mucho. Otro día te lo explico.
P.S.3: Igual que te explicaré en breve algo nuevo y muy chulo (y gratis) que estoy preparando y a lo que solo podrán acceder algunas personas de mi lista.
-> Si has llegado aquí por casualidad y quieres recibir más mails como este…
-> Si te ha gustado este email, compártelo con alguien que quiera ser constante en sus comunicaciones.
La constancia es el secreto de muchas cosas