🖊️+🎙️ #119| Now or never.
Tienes el audio al principio, por si te gusta más escuchar que leer.
Hoy te hablo de M.
M. puede ser María, Marta, Mónica o Montse.
O también puede ser Mía, Maya, Mila o Martina.
Según la edad que tengas, te identificarás más con unos que con otros, ¿no?
Da igual, el nombre en sí es irrelevante.
Cuando M. me contactó, hace unas semanas, me dijo muy emocionada:
—¡Quiero mandar mails! Tengo un montón de historias que contar, pero no sé cómo hacerlo.
Efectivamente, además de un proyecto bonito, tenía historias para explicar, cosas para reivindicar y anécdotas divertidas. Una mina, vamos.
Me dijo que tenía ganas y le gustaba escribir, pero le faltaba constancia y consistencia, además de estrategia.
No le iban las teorías, quería empezar a aplicar sin andarse mucho por las ramas.
—Y por eso te llamo. Necesito el empujoncito.
Y nos pusimos en marcha, para empezar a escribir emails que llegasen al corazón de sus clientes. Que impactasen.
—A veces, me gusta sacar la cresta, me dijo al principio.
Y si lo hago en las redes, me da un poco más de coraje. Pero si lo hago a través del mail, estoy en mi casa y puedo decir lo que quiera.
Toda la razón.
—Me cuesta la estrategia, aterrizar los objetivos. Me gusta escribir, puedo contar un montón de cosas, pero lo más difícil es relacionar cada mail con un objetivo. Y lo de vender… ¡Eso también me cuesta!
M. tenía muchas cosas claras. Pero en otras estaba algo ofuscada. Normal.
A ti puede que te pase lo mismo. Que veas que sí, que lo de enviar mails es el camino, pero como no lo has hecho nunca (o no lo has hecho como debías), desconfíes.
Y tengas más objeciones. Por ejemplo:
No tengo nada que contar (este no es el caso de M., pero sí el de muchas personas con las que me encuentro).
MEN-TI-RA. Siento ser tan radical, pero es que es así. Todas las empresas, proyectos y profesionales tenemos cosas que contar a nuestros clientes. O a los conocidos de nuestros clientes. No solo sobre el producto o servicio que ofrecemos, sino sobre nosotros, la empresa, su recorrido, sus valores.
Infinito. De verdad.
No tengo tiempo (un clásico).
Tampoco es cierto. Si te planificas y te organizas un poco, ya verás como sacas un par de horitas cada semana o cada quince días para trabajar en ello. Te cuento cómo cuando quieras.
No tengo pasta (otro clásico).
Da igual, no necesitas ningún dineral para empezar a enviar mails. Si tu lista no es enorme, las plataformas son gratis. Y si es muy grande, entonces lo que te cueste, si lo haces bien, lo rentabilizas en muy poco tiempo.
No quiero ser pesada
No tienes por qué. Si lo que explicas tiene miga, entretiene y es interesante, la gente lo leerá. Y quien se canse, se dará de baja. No pasa nada.Ya uso el mailing, pero no me da resultado
Bueno, es que quizás no lo estás haciendo del todo bien.
Aquí, 4 elementos clave:
Un mail = un objetivo. No puedes meter en el mismo correo una novedad, una oferta y hablar sobre los valores de tu marca. La gente se aturulla.
Constancia, constancia y constancia: no sirve de nada enviar tres mails seguidos en una campaña de Navidad o rebajas, por ejemplo, y después no enviar más en todo el año.
Coherencia: tienes que explicar cosas en el mailing que sean verdad, y que estén realmente alineadas con aquello que vendes.
Intentar vender un servicio de ticket alto hablando de ofertas, 2x1 y barato-barato… pues va a ser que no.Mirarse mucho el ombligo: si solo hablas (o escribes) sobre ti, lo buen profesional que eres y los años de experiencia que te avalan, la gente se aburre. El ego no funciona aquí. Hay que explicar lo que es beneficio para quien te lee.
Tengo más objeciones, aunque seguro que alguna de estas ronda por tu cabeza cuando te planteas lo del mail.
En el curso EMPIEZA A ENVIAR MAILS A TUS CLIENTES SIN QUE SE TE HAGA BOLA, además de desmontarte todas las objeciones, también te explico cómo abordar los temas y objetivos de tus mails, qué contar, cómo hacerlo y cada cuánto.
La esencia y la base de esta movida de enviar mails, para que puedas empezar de forma rápida y sin agobios, te lo pases bomba haciéndolo y consigas resultados. Y sin que te cueste una pasta.
M. empezó. Y le gustó. Y ha hecho un montón de cosas desde entonces. Manda mails. Manda audios (ella me inspiró con lo de los míos). Escribe. Se divierte. Y vende.
Y tú, ¿te animas?
Si no lo recuerdas (o no lo sabes), el CURSO está a la venta solo hasta hoy domingo, a medianoche (23.59 h para ser exactos).
Después, ya no estará disponible. Por lo menos a este precio y de este modo.
Ya no voy a hablar más. Lo tienes en el enlace de arriba.
P.S. En realidad, M. No hizo el curso. Me contactó antes de que lo lanzara. Hicimos otro tipo de acompañamiento que te contaré la semana que viene.
P.S. 2 Si compras hoy, te llevas un bonus que es parte del trabajo que hicimos con M: la revisión gratis que yo te hago de un texto de entre 400 y 500 palabras, que tú escribes una vez hayas terminado el curso, aplicando lo que hay dentro. Me lo mandas, te lo reviso y te doy propuestas de mejora y algunos tips, para que, a partir de ya, tus textos sean muy molones y provoquen que pasen cosas.
P.S. 3 Casi 1000 palabras hoy. Ya sabrás entenderlo. Es el último día.
Vamos, que nos vamossss.
Por si aún te lías con los botones rojos, es este:
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-> ‘Compartir es vivir’, así que, si te ha gustado este email, compártelo con alguien a quien creas que le va a gustar.
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