🖊️+🎙️ #103| Yo me monto una peli en mi cabeza y tú tienes voz de Manolo
Si ahora mismo no puedes leer esta newsletter y prefieres escucharla mientras haces cosas, tienes el audio al final.
Yo, es que te imagino en mi mente.
Y te pongo voz. Incluso te pongo cara.
Me monto mi propia película. Hago mis pausas, enfatizo tus frases, subo tu tono, hago silencios…
Tengo mi imaginario de cómo es la historia que me estás contando.
Y cuando pones mayúsculas, me imagino pronunciando en voz alta y espaciando las sílabas.
Todas estas cosas me las han dicho (o escrito) esta semana.
Por culpa de haber enviado el audio el domingo pasado.
Ese experimento de formato alternativo.
¿Ha sido raro?
Un poco.
Tengo que confesar que antes de lanzarlo hice un mini test con mi gente más cercana. Las personas que sabía que me iban a decir la verdad. Eso de…
––No tía, no te compliques la vida, que tú vendes contenido escrito.
––Vaya voz de Manolo que tienes, chata.
O a lo mejor…
––Sí, sí, que yo voy de culo y me va mejor escucharte mientras voy en coche.
––Pero… ¿Se puede escuchar el audio x2? Es que si no me aburro.
La mayor parte de ellas vino a decirme que, aunque lo del audio les parece una buena idea, prefieren leerme.
Porque son más lectoras que escuchadoras.
Porque están acostumbradas a ese mini ratito para leer las historias los domingos por la mañana.
Porque se montan sus películas y sus imaginarios mentales.
Porque sí, despierta curiosidad escuchar mi voz, pero lo que más les mola, es leerme.
En fin.
De momento, voy a seguir grabando el audio con el texto dominguero. Unas cuantas veces más. A ver qué pasa. A ver si acaba o no de encajar. Y ya veremos.
¿Cuál es la moraleja de este mail?
Para mí, son dos:
Los nuevos formatos generan curiosidad, aunque no siempre encajan con tu público habitual.
Debes seguir escribiendo a tus clientes. Para que, contándoles tus cosas y las de tu negocio, creen su imaginario particular, rellenando en su cabeza todos esos espacios vacíos de la historia, convirtiéndola en única y (faltaría más), mucho más interesante para ellos que lo que tú te hubieras imaginado. Bueno, igual me he pasado un poquito, pero ya me entiendes…
Ah, espera, ¿que no les escribes?
¿En serio?
A estas alturas… ¿No les has contado nada de todo eso fantástico que tú vendes?
Aunque no lo creas, tienes muchas cosas que explicar (todo el mundo las tiene) y, si lo haces bien (aquí está la clave), te van a leer con gusto. O a escuchar, si se tercia.
Una buenísima manera de empezar es ESTA.
Y aquí tienes el audio, por si prefieres este nuevo formato (ya me disculparás que el sonido no sea impecable, que una es aún novata).
P.S. NO, lo del podcast no es una opción. Que ya he visto las sugerencias de algunos…
P.S. 2 ¿Sabías que el contenido que escribo también puede ser el guión de un audio, un podcast, un discurso? Las opciones son infinitas.
P.S. 3 Se me olvidó recomendar el otro día un restaurante italiano que me ha pirrado: Osteria Angelino Dal 1899. En Málaga, sí. Es lo que tiene viajar mucho al sur. Una de las mejores carbonaras que he probado y una mortadela de morirse. Son muy atentos y muy italianos, aunque mejor no mires su web; necesitan una copy urgentemente.
Curiosidades varias:
Este mail tiene 547 palabras.
Yo he tardado 50 minutos en escribirlo, 15 en editarlo y unos 10 minutos en grabarlo (con un par de intentos fallidos).
Tardas poco más de 3 minutos en leer esas palabras y otros 3 en escucharlas. O sea, que no podrás decirme que no tienes tiempo. ;-)
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