Hoy estás leyendo mi mailing número 100.
Seguramente, a ti te importa un pimiento el número de emails que llevo enviados. Lógico.
Seguramente, solo a mí me hace ilusión esta cifra redondita. También es lógico.
Porque…
100 mails = 100 semanas = CASI 2 AÑOS enviando correos cada domingo.
Si eso no es tener constancia, que baje Dios y lo vea. O quien sea que tenga que bajar.
Yo me aplaudo, me beso y me felicito.
Si te quieres unir a la felicitación, yo encantada. A quien no le gusta la palmadita en la espalda, de vez en cuando.
Y qué mejor forma de celebrarlo que con otro éxito. El de uno de mis clientes.
Que me llamó esta semana para contarme algo importante:
––He obrado el milagro. Quiero decirte que lo del mailing, de verdad funciona.
Él es el primer ‘monstruo que desperté’. Alguien con muchas ganas de hacer cosas, que se estrenó con lo de enviar mails a sus clientes, para contarles (y venderles) cosas.
Esta semana mandó un mensaje que empezaba así:
“¿Me ayudas a conseguirlo?”
Y contaba una historia chula de esfuerzo y superación. Y la enlazaba con una petición.
¿Qué pedía?
Pues que sus clientes concertaran cita con él en una feria de referencia a la que va a asistir.
(Punto relevante: hasta el momento, jamás consiguió agendar y cerrar esas citas).
¿Qué pasó?
Llenó su agenda.
Y obró el milagro.
Y así me lo hizo saber con su llamada:
––Sé que te gustará saberlo. Me lo he pasado bien escribiendo el mensaje y he cumplido el objetivo.
Mi respuesta:
––¡Al mailing vas! Y GRACIAS (por supuesto).
Si eres de los que aún no cree que el copywriting funciona, ilústrate con este ejemplo.
Él es reincidente; ya ha conseguido resultados con sus mails anteriores. Y ahora estamos preparando todo el contenido de su nueva web. Chula, chula.
Tengo otra clienta que está despertando su monstruo interior. Y la he visto tan emocionada y tan enchufada, que le he propuesto que incluso el primer mail lo escriba ella. Y yo se lo reviso.
Prepararemos juntas la estrategia y los objetivos, porque es lo que se le atraganta más, y luego seguirá ella sola. Tiene madera, te lo digo.
Ya te contaré más adelante sobre sus maravillosas historias y lo que estamos pensando.
¿Quieres probar a ver qué consigues tú? o ¿Quieres probar a ver si eres un nuevo caso digno de mi mailing? Empieza con este servicio.
Y despierta a tu monstruo. Puede ser imparable.
P.S. Mi cliente me ha dado permiso para compartir su mensaje y su petición. Es por aquí.
P.S. 2 Celebrar los 100 mails con el éxito de las personas con las que trabajo, me da una alegría tremenda. Qué ilusión.
P.S.3 Envío este mail desde el sur. La semana que viene tendré recomendaciones chulas.
P.S.4 Recuerda: el monstruo. Tu monstruo. Para despertarlo, aquí.
Este mail tiene 474 palabras (ahí, apurando)
40 minutos para escribirlas y 10 para editar el mail.
Si multiplico esto por 100 semanas, salen un porrón de minutos escribiendo.
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